Se me ocurrió llamar idiota a un idiota, y encima lo puse por escrito. Se ofendió y me plantó una querella. El juez defendió su honor y me condenó al arresto domiciliario. Además me obligó a una rectificación en la que he matizado: “presunto idiota”. Hoy debería ir a hacer las compras al supermercado, pero me conformaré con latas de sardinas ante la atenta vigilancia de un funcionario policial que inspecciona mis ventanas. Para aprovechar el tiempo que la justicia me ofrece, orearé mi maleta llena de notas.
Género: Narrativa,Varios
Tamaño: 987 Kb
Tiene audiolibro: NO
Presentación: Libro
Calidad: Sin clasificar
Idioma original: Sin clasificar
Idioma del texto: Castellano
Clasificado: Sin clasificar
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