Todo empezó con la
muerte del Ángel, un viejo amigo luchador de lucha libre, y con una
llamada telefónica que urgía a Belascoarán a que escuchara la
radio y se enterara de la muerte, en un pacto suicida de dos
adolescentes.
Así Héctor
Belascoarán Shayne se vio envuelto en dos historias que parecían
surgir de una mezcla de museo de horrores del DF con novela rosa.
Y para colmo de
males, el detective independiente mexicano estaba a punto de
enloquecer de desamor.
Para ver más información debes estar identificado / registrado.