Cuando Cameron MacAlpin se entera de la identidad de la dorada belleza que le han traido como pago de una deuda, ¡no puede creer en la suerte que ha tenido! Pues Avery Murray, con esos tentadores ojos felinos, es el arma perfecta para usar contra su hermano, Payton, que deshonró a la propia hermana de Cameron. Sin embargo, sus planes de inflingir el mismo insulto y vengar a su clan se ven amenazados por la fogosa Avery, que lo incita a olvidar todo… excepto la pasión que corre por sus venas.
Avery está indignada por las acusaciones de su captor contra su hermano, y aunque él no ha ocultado su intención de usarla para vengar el honor perdido de su hermana, ha prometido hacerla suya mediante la seducción, nunca por la fuerza, cosa que enfurece más aún si cabe a Avery, que sabe en lo más profundo de su corazón que este viril caballero la excita como ningún hombre lo ha hecho jamás.
Ahora, Avery ha tomado una valiente decisión: le entregará libre y apasionadamente lo que él ha jurado tomar –su cuerpo y corazón– aunque sabe que se arriesga a perderlo todo en el intento.
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