Durante los días que precedieron a la desaparición de Mónica Andrade un temporal de lluvia y viento azotó con violencia la costa gallega...
Mientras los mariscadores rastrillan la arena y los marineros lanzan sus aparejos al agua, el inspector Leo Caldas contempla el mar y se pregunta: ¿dónde está Mónica Andrade? La joven aseguró que acudiría el domingo a una comida familiar, pero no se presentó. Tampoco fue el lunes a su taller de cerámica, en la Escuela de Artes y Oficios de Vigo. El martes, su padre acude a la comisaría alarmado por su desaparición. En la Escuela, los profesores están sorprendidos por su ausencia. Y al otro lado de la ría, en Moaña, donde vivía Mónica, nada ha alterado la rutina: su casa está ordenada y el cuenco con la comida del gato.
Para ver más información debes estar identificado / registrado.