Fue más o menos a finales del mes de Agosto, justo después de haber presentido por primera vez la llegada del invierno. Mi mujer, como cada año, se disponía ya a resignarse para sufrir otra de mis extrañas depresiones anuales. Esas depresiones que se repiten y se repiten y me martirizan llenándome de amargura sin saber exactamente porqué las sufro. Quizás se deban a mi agónica afición de crear y crear. De crear sin cesar, de escribir y escribir. Sí, pienso que quizás se deba a eso, a esa necesidad imperante que existe en mi vida de comunicar algo, sea lo que sea, lo cierto es que fue más o menos en ese tiempo cuando por casualidad quedamos con unos amigos para ir al cine
Disponible también para ver online en HTML. Una vez en la página clicar en: VER HTML - Descargar PDF.
Para ver más información debes estar identificado / registrado.