Crítica y público han aplaudido este libro de manera unánime. La crítica, concediéndole el premio La
sonrisa vertical de 1979 y los comentarios más elogiosos, el público, comprándolo y convirtiéndolo en un éxito editorial. Este reconocimiento unánime de Ofélia Dracs ?seudónimo colectivo tras el cual se agrupan ocho escritores catalanes? tiene una explicación sencilla: el estilo directo, la ironía y
el humor que recorren sus diez narraciones, su lenguaje sencillo y coloquial.
Estas historias tienen la virtud de hacer recordar al lector otras por él escuchadas, cuando no imaginadas o relatadas por él mismo. Sus escenarios son los habituales para cualquier ciudadano: un autobús, el interior de un utilitario, un aparcamiento improvisado para un concierto multitudinario. En estos lugares y en otros parecidos se desenvuelven sus personajes, tan cercanos que llegan a ser familiares. El resultado: unos relatos frescos y divertidos que no dejarán indiferente al lector.
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