Breve pieza teatral, subtitulada "Novela para muchachas y hombres tímidos" que fue prólogo del famoso libro de Jardiel Poncela "Los ladrones somos gente honrada". La acción se desarrolla en un país sin nombre en torno a una elegante mansión con un jardín algo mágico y orientado hacia el mar. Miguel el "melancólico" ha planeado un atraco a medianoche durante la fiesta en la que la hija de los dueños celebra su presentación en sociedad. Diez minutos antes de las doce irrumpe en el jardín una misteriosa joven que, tras un mutismo inicial, le cuenta a Miguel su azarosa vida, llena de aventuras. Surge el flechazo y el final inesperado. Concluye con un epílogo de Fernando Valls e ilustraciones de la época.
La obra tiene un arranque visual y cinematográfico con cierto aire de leyenda y una ambientación mágica. El autor ofrece una ingeniosa trama que combina el romanticismo, el humor y la intriga, centrando su interés narrativo en los factores psicológicos de los protagonistas, retratados magistralmente y de forma expresiva a base de breves pinceladas, pocas palabras -a veces monosílabos- y silencios. Se exalta el amor, el poder de la imaginación con la inclusión de algunos elementos fantásticos e incluso greguerías. Todo con un tratamiento irónico suave y elegante cuyo resultado es una lectura entretenida, divertida y agradable.
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