Ella le ha entregado las riendas. Ahora, él subirá la apuesta.
Cuando un trozo de hielo provoca que la abogada Ginger Paulson caiga en picado por un tramo de escaleras y quede maltrecha, no tiene a nadie que cuide a su pequeño hijo y a su padre inválido… hasta que el letalmente sensual Kane McKay aparece en el hospital determinado a demostrar su caballerosidad vaquera. La experiencia la ha inoculado contra los hombres que llevan las riendas, pero aun así, Ginger no es inmune al invasivo encanto de Kane y a su cuerpo tallado en piedra.
Durante dos años el ranchero Kane McKay ha seguido todas las normas del programa de orientación de Pequeños Amigos, incluso la más difícil: mantener las manos alejadas de la madre de su Pequeño Amigo Hayden. Pero una mirada al magullado cuerpo de Ginger, y Kane está completamente convencido de que la testaruda mujer cuida de todo el mundo menos de sí misma. La luchadora y curvilínea pelirroja necesita su ayuda, y él le dará una del tipo manos a la obra, le guste a ella o no.
Después de que Kane se encargue de hacerla cumplir con las ordenes del médico para que se reestablezca y de satisfacer todas sus necesidades y demandas —como la completa sumisión sexual de ella— Ginger se da cuenta que la bondadosa naturaleza de Kane va más allá de sólo satisfacer sus necesidades físicas.
¿Podrá el ex tempestuoso vaquero convencer a la desconfiada madre soltera de que mire más allá de su pasado... hacia un futuro compartido?
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