Brujas, 1141. Poco antes de morir, el gran pintor flamenco Van Eyck confiesa a su hijo y pupilo, Jan, el secreto de una técnica que revolucionará el mundo de la pintura: el nuevo método ofrece un secado rápido del lienzo y garantiza una excelente resistencia al tiempo. Van Eyck pide a su hijo que no desvele nada, pues intuye que esa posible perdurabilidad de la pintura a lo largo de los siglos será vista con recelo por cierto sector de la sociedad. Mientras, en Florencia, Cosme de Médicis intenta descubrir quién se halla detrás de una extraña serie de asesinatos en las que todas las víctimas están relacionadas con el mundo del arte. El hecho no sólo confirma las sospechas de Van Eyck sino además lo convierten, y con él a Jan, el objetivo potencial de los criminales...
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