Shaban, joven hijo del Mago de Esmirna, aspira a ser heredero y continuador de la obra de su padre, y a dedicar su vida a las elevadas artes de la magia y al descubrimiento de los secretos mayores del mundo. Sabe que su gran sueño puede hacerse realidad, aunque sea muy difícil.
Su primera gran aventura consistirá en hacer un viaje iniciático a la Gran Montaña, lugar real y prodigioso, imagen del mundo, que está cerca y lejos a la vez de muchos lugares de la Tierra, allá donde todas las direcciones de la Rosa de los Vientos son una, el Sur y el Norte se confunden, y Oriente y Occidente son lo mismo.
Sin él saberlo, Shaban va a ser puesto a prueba tres veces en el curso de una jornada decisiva. De su modo de obrar y reaccionar dependerá en buena parte el futuro de su vida.
En el viaje, ya cerca de su destino, junto a un lago, conocerá a Rudaima, ahijada de Rashid, arquitecto de Alejandría. Ella también se dirige por vez primera a la enigmática Gran Montaña. Su encuentro es muy breve, pero algo muy especial vibra entre ellos en el aire. El influjo de lo que está naciendo hará que vuelvan a encontrarse. . .
Y ellos descubrirán en su aventura, cada uno por sí mismo, que la Gran Montaña es una, pero es como si existieran infinitas Montañas. Cada viajero tiene, no sólo un camino propio para llegar, sino su propia Gran Montaña, que sólo a él le pertenece, aunque sea la misma que la de los demás.
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