Desde las primeras narraciones hasta Equipaje de amor para la tierra, el autor no hace sino derramar humanidad, dar vida a unos personajes terriblemente vivos, hondamente humanos. Si en otras obras suyas nos hemos encontrado con verdaderos tipos de carne y hueso, los cuales han sido capaces de estremecer hasta los más escondidos rincones de nuestra alma, en Equipaje de amor para la tierra las palabras de María, hablando de su hijo muerto, nos harán vibrar como si fuese de dolor, esa rebeldía y ese deseo –fuerte e inútil deseo– de felicidad, palpitara dentro de nosotros.
He aquí un autor que no podía sino darnos una obra como ésta, una novela vivida, sentida con calor, con dureza, pero con amor y poesía en todas sus páginas.
Para ver más información debes estar identificado / registrado.