“LA CARA OCULTA DE LA ESCUELA”*
Antonio Sánchez
Este libro de F. Enguita, de fácil y atrayente lectura a pesar de la profusión de citas y datos que aporta, nos hace reflexionar sobre la interrelación que se ha producido históricamente entre trabajo y escuela.
El libro en su primera parte realiza un recorrido histórico por la evolución del mundo del trabajo. A la idea general de que `con el capitalismo viviremos mejor que antes`, el autor desarrolla un análisis de la resistencia que protagonizaron campesinos, artesanos y los habitantes de los continentes colonizados (América y Africa).
Esta resistencia se realiza porque el trabajo ya no va a cubrir sus necesidades elementales. Los esfuerzos aumentan en intensidad, en ritmo y en tiempo. Se dividen los espacios. Espacios para el trabajo y el ocio. Los trabajadores ya no controlan ni el proceso ni los medios de producción. Por el cambio que se produce a nivel general en las costumbres de las distintas comunidades.
Llega a afirmar que para el capitalista es más rentable el trabajo asalariado que la esclavitud. En el trabajo asalariado el capitalista se desresponsabiliza de la caza, crianza o sostenimiento de los esclavos. El esclavo representa una inversión en capital fijo, el asalariado sólo en capital circulante.
Frente a la expansión del capitalismo se ha realizado una gran pugna en torno a la organización, las condiciones y la intensidad del trabajo. Enguita dice que somos incapaces de imaginar el trabajo de otra manera. Nos resultaría impensable que un trabajador dejara de trabajar a media jornada para hablar, descansar o para realizar actividades de ocio. De ese balance que juzgamos positivo en el capitalismo: aumento de riqueza, de bienes, etc... antepone un balance menos claro en el terreno del bienestar moral y psicológico.
Como consecuencia de estas necesidades y de asegurar los mecanismos institucionales que asegurasen que cada nuevo individuo pudiera insertarse en las nuevas relaciones de producción de manera conflictiva, surge la escuela.
En la segunda parte del libro se analizan las relaciones sociales imperantes en la educación y su isomorfismo con las relaciones sociales de producción capitalista. En esa línea va desglosando ese paralelismo en torno a los siguientes aspectos: Orden, autoridad y sumisión. Burocracia e impersonalidad. La alienación respecto a los fines, medios y del proceso de trabajo. La percepción social y personal del tiempo. La motivación mediante recompensas extrínsecas. La competencia interindividual. La división del trabajo. Sometimiento a una evaluación ajena. La distribución de recompensas. La conciencia estratificada. El proceso de disuasión.
En todas estas características, la comparación se realiza entre la visión del mundo del trabajo y un tipo de escuela tradicional. Aunque hay aspectos de la llamada escuela activa que son también cuestionados a modo de ejemplo sobre la evaluación continua afirma que a pesar de buscar eliminar la incertidumbre del examen, fuerza al estudiante a constatar en todo instante que figura entre los elegidos. La evaluación continua es el control permanente.
La segunda parte del libro finaliza con un capítulo que dedica a las contradicciones de la relación entre escuela y trabajo.
Un libro, en definitiva, que aporta datos y nuevos análisis a la relación entre la escuela y trabajo. Un texto del que se pueden extraer conclusiones pedagógicas importantes a tener en cuenta en las relaciones dentro del aula y que confirman muchas de las intuiciones de las personas que venimos abriendo nuevas vías dentro de la escuela.
Género: Sociales,Educación
Tamaño: 711 Kb
Tiene audiolibro: NO
Presentación: Libro
Calidad: Sin OCR
Idioma original: Sin clasificar
Idioma del texto: Castellano
Clasificado: Sin clasificar
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