Las maldiciones y las estafas. La magia y la mafia. En el mundo de Cassel Sharpe, van de la mano. Cassel siempre pensó que era un chico ordinario, hasta que se dio cuenta que sus recuerdos estaban siendo manipulados por sus hermanos. Ahora que sabe la verdad que él es, el trabajador de maldición más poderoso. Un toque de su mano puede transformar algo -o a alguien- en algo más.
Así fue como Lila, la mujer que amaba, se convirtió en un gato blanco. Cassel fue engañado, lo hicieron pensar que él la había asesinado, cuando en realidad trató de salvarla. Ahora que ella es humana de nuevo, debería estar feliz. El problema es que Lila ha sido maldecida para que lo ame, un pequeño regalo de su madre una trabajadora de emoción. Y si el amor de Lila es tan falso como los recuerdos que le fabricaron, entonces Cassel no puede creer nada de lo que ella dice o hace.
Cuando el hermano mayor de Cassel es asesinado, los federales reclutan a Cassel para ayudarles a dar sentido a la única pista que tienen, en las imágenes de la escena del crimen esta una mujer con guantes rojos. Pero entre la multitud se encuentra Cassel también, después de todo ellos saben lo valioso que él puede ser para ellos. Cassel va a tener que estar un paso adelante de ambos lados para poder sobrevivir. Pero, ¿a quién se puede acudir cuando no se puede confiar en nadie aún menos en el mismo?
El amor es una maldición y la estafa es la única respuesta en un juego demasiado peligroso de perder.

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