El tercer volumen ” La inquietud del sí ” se ocupa de un tema antiguo y muy contemporáneo a la vez: la formación del individuo en la experiencia helenística y romana. "Foucault" reflexiona sobre el cuidado del cuerpo, las reglas del matrimonio, las relaciones con las mujeres y con los otros varones así como la representación del placer y sus usos. Así, para el autor, es en el refinamiento de las artes de vivir y de la inquietud de uno mismo donde se dibujan los preceptos de la reflexión moral médica y filosófica.
2Michel Foucault" decide investigar las relaciones entre subjetividad y verdad a partir de otra noción, la de “inquietud de sí mismo” que designa el “ocuparse” o “preocuparse de sí”, y se relaciona con una serie de prácticas y acciones que uno ejerce sobre sí mismo.
"Foucault" concibe la inquietud de sí mismo como una actitud general, una manera determinada de atención, de mirada sobre lo que se piensa y lo que sucede en el pensamiento. Implica también acciones que uno ejerce sobre sí, mediante las cuales se hace cargo de sí mismo, se modifica, se purifica, se transforma y transfigura. En síntesis, es una actitud con respecto de sí mismo, con respecto a los otros, y con respecto al mundo.
El ocuparse de sí tiene como ancestro en la Grecia arcaica una serie de prácticas que "Foucault" reúne bajo el nombre de “técnicas de sí” o “tecnologías de sí”. Por éstas entiende “prácticas meditadas y voluntarias mediante las cuales los hombres no sólo fijan reglas de conducta, sino que procuran transformarse a sí mismos, modificarse en su ser singular y hacer de su vida una obra”.
Un cuarto volumen, que abordaba ya la era cristiana, quedó concluido, pero sin adecuarlo a estos dos libros, por lo que no ha sido publicado.
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