La creación teatral de Francisco Nieva ocupa uno de los lugares más destacados en el panorama de la letras españolas del siglo xx. En estas dos obras el autor se sumerge en la ambigüedad de lo gótico para abordar, en La señora tártara (1980), el tema del pensamiento lógico como fuerza civilizadora que anula la espontaneidad, mientras que en El baile de los ardientes (1975), Cambicio es el símbolo mítico de la transformación del hombre, capaz de superar todas las ataduras de las circunstancias vitales para renacer a una nueva vida de libertad. J. Francisco Peña Martín, catedrático de Literatura, indaga aquí sobre los rasgos del teatro de Nieva y sobre el significado de estas dos representativas obras.
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