Con la primera edición de La tumba, José Agustín inauguró una nueva concepción narrativa; se inventó una sensibilidad diferente, atenta a las expectativas de su generación y empeñada en expresarse a través de una forma de escritura original. Nuevos escenarios y personajes ingresaron en la literatura mexicana; nuevos códigos de referencia e inquietudes; las cosas que decían los personajes, y la manera en que las decían se convirtieron en signos reconocibles de una época. Por lo demás, a esta renovación la impulsó siempre un espléndido instinto literario y, por supuesto, el reconocimiento unánime de sus lectores.
Para ver más información debes estar identificado / registrado.