Las iglesias protestantes en los Estados Unidos todavía sufren debido a la amarga controversia fundamentalista-modernist a que estuvo de moda en la década de 1920. Los modernistas, o liberales, manifestaban que un hombre honesto que vive en el siglo XX no podía seguir aceptando el punto de vista tradicional de la fe cristiana junto con su sobrenaturalismo apartado de la historia, el cual contradice las estructuras y el carácter del mundo conocido. Los fundamentalistas, por otro lado, insistían en que la teología liberal ha sometido al evangelio a tal modo de pensamiento racional moderno, que en realidad constituye `otro evangelio`, sin poder para salvar. Los liberales, alegando objetividad y honestidad intelectual, insistían en que el cristiano moderno debería adoptar como punto de partida los descubrimientos modernos con relación a la naturaleza del mundo, de la historia y de la experiencia humana, y adaptar el mensaje bíblico al enfoque del mundo moderno. Los fundamentalistas, por otro lado, argüían que uno debiera partir del mensaje bíblico en cuyo corazón residen los principios fundamentales de la fe como el nacimiento virginal, la deidad de Cristo, la realidad de sus milagros, su muerte vicaria, su resurrección física, su segunda venida y la inspiración plenaria de las Escrituras. Los liberales pensaban que estos así llamados principios fundamentales nada tenían que ver con el evangelio, sino que eran la herencia de un antiguo sobrenaturalismo apartado del examen crítico del cual debe ser librado el hombre moderno. Los fundamentalistas creían que claudicar a estos principios esenciales significaba la destrucción de la fe cristiana. En el centro de esta controversia estaba la crítica bíblica. El modernista creía que la erudición moderna por fln había alcanzado una verdadera objetividad en el estudio bíblico, que la aproximación científica a la Biblia demandaba el rechazo de la interpretación ortodoxa tradicional del evangelio, y que el estudio histórico de la Biblia podría penetrar las pesadas incrustaciones de un sobrenaturalismo apartado de toda critica, hasta recuperar la verdadera esencia del evangelio, la cual era bastante compatible con la moderna visión científica del mundo. El grito de batalla de los modernistas era `ciencia`. Muchos jóvenes devotos, criados en ambientes cristianos tradicionales y que escuchaban el llamado de Dios al ministerio cristiano, cuando ingresaban a estudiar en un seminario liberal perdian su fe tradicional cuando se les enseñaba que el estudio científico-critico moderno de la Biblia había desaprobado lo que ellos habían creído ser la esencia misma del evangelio. (Less)
Género: Religión,Cristianismo,Evangelistas
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Tiene audiolibro: NO
Presentación: Libro
Calidad: Sin OCR
Idioma original: Sin clasificar
Idioma del texto: Castellano
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