Las Falanges del Orden Negro se inicia con una secuencia estremecedora: una caravana de vehículos llega a un pueblo perdido de Aragón, en España. Es de noche y está todo nevado. Los ocupantes de los vehículos sacan a todas las personas de las casas y las asesinan sin piedad por el único delito de haber elegido a un alcalde socialista en las primeras elecciones libres. Después, derraman gasolina y queman el pueblo entero. Algunos días después, a través de los teletipos, la noticia llega hasta Jefferson Pritchard, un viejo periodista que trabaja en un diario de Londres. La acción ha sido reivindicada por un grupo de extrema derecha que se autodenomina “Las Falanges del Orden Negro”.
A través de diversos contactos, Pritchard averigua que los miembros de ese grupo son antiguos fascistas significados, que habían participado en la guerra civil española. Pritchard, que había sido miembro de las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil española, llama entonces a sus antiguos compañeros, todos ellos en puestos relevantes en la actualidad. En una reunión, deciden impedir los siguientes atentados que preparan Las Falanges del Orden Negro. Esto los llevará a una persecución por media Europa, desde Barcelona a Holanda, en la que acabarán recurriendo a los mismos métodos que sus enemigos en un intento desesperado de terminar el trabajo que dejaron pendiente cuarenta años atrás.


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