Resena: Dos espadas centellearon a la turbia luz, en el centro de un corro de ojos sin rostro no
menos implacable y brillante. Con un movimiento convulso las hojas chocaron, y
desgarraron el silencio con el estrépito del colérico acero. Entonces, violentos bufidos y
bocanadas de aliento, arrancados a las sudorosas gargantas de los dos enemigos. Un
brusco resoplido, y contenidos murmullos por parte del corro de espectadores; los ojos
sin rostro brillaban de excitación. Y la espada se enfrentó de nuevo a la espada: la
muerte se mecía en el acero; con paciencia, sin remordimiento
Categoría: Lengua y Literatura, Narrativa
Para ver más información debes estar identificado / registrado.