Resena: Esta obra de Víctor Hugo Arévalo Jordán, surge desde la evocación, evocación del ayer, de la muerte como un irse por decisión propia, no personal sino de un ser tan sagrado como es la Mujer ?y esto nos trae a colación un poema publicado en 1977, ?Piedra Húmeda? dedicado a una mujer-amiga. Ante esta decisión el poeta re-nace, nace de nuevo, pero ahora sin el apoyo de la Mujer, maternal a veces, por eso nos dice ?nuevamente abrí los ojos?, porque con ella los abrió por vez primera, ahora lo hace solo y el espectáculo es otro, sólo es congoja, angustia, anhelo de pasado... Es ?profunda emoción recordar el ayer?...
La muerte es para el poeta una partida, un irse con un deseo ferviente de los que pisan aún la tierra, ?llegar? a la Gran Casa... Casa Eterna, lugar al que partimos apenas nacemos, porque nacer, es empezar a morir, es comenzar a irnos cada día sin saberlo, a irnos cargando en nuestro bolso, nuestras obras, y nuestra magia, para dejar en la partida definitiva, el dolor del ya no estar, del ser solo un recuerdo que a veces carcome, un silencio que despliega ausencias, imágenes, sensaciones, olores y abandono...
Prof. Claudia Suppo
Idioma: Español
Categoría: Lengua y Literatura, Poesía
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