Resena: Estaba derivando hacia adentro y hacia afuera, y de tanto en tanto oía un breve
fragmento de una melodía en mi cabeza.
Me llegó la letra: «Mientras los tontos son nombrados barones y condes, no hay
nada para la inteligente oscuridad».
Tuve conciencia de que había luz, luego del rostro de John Sylva inclinándose
sobre mí.
–Hola, Herb –dijo su boca.
No oí las palabras, pero vi su boca formándolas. Asentí, y derivé de nuevo hacia
afuera.
Había oscuridad cuando derivé de nuevo hacia adentro. Una enfermera estaba
haciendo algo sobre mí, pero permanecí quieto y ella derivó, alejándose.
Me hallaba en un hospital, por supuesto.
No me sorprendió. John me había advertido, y yo había corrido el riesgo. Moví las
piernas, luego los brazos... muy suavemente. No dolían. Los sentía. Me pulsaba la
cabeza, pero eso también era de esperar.
«Mientras los tontos son nombrados barones y condes, no hay nada para la
inteligente oscuridad.»
Tespis
, pensé, jubiloso. Había oído
Tespis
. Derivé de nuevo hacia afuera.
Era el amanecer. Sentía el sabor de zumo de naranja en mis labios. Sorbí de la
pajita, y fue una bendición.
¡La máquina del tiempo!
Idioma: Español
Categoría: Lengua y Literatura, Narrativa
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