Resena: En que sentido se puede hablar de la significación
internacional de la revolución Rusa?
En los primeros meses que siguieron a la conquista del Poder político por el proletariado
en Rusia (25. X-7. Xl. 1917), podía parecer que, a consecuencia de las enormes
diferencias existentes entre la Rusia atrasada y los países avanzados de la Europa
occidental, la revolución del proletariado en estos últimos se parecería muy poco a la
nuestra. En la actualidad contamos ya con una experiencia internacional más que regular,
que demuestra de un modo bien claro que algunos de los rasgos fundamentales de
nuestra revolución tienen una significación no solamente local, particularmente nacional,
rusa, sino también internacional. Y hablo de la significación internacional no en el
sentido amplio de la palabra: no son sólo algunos, sino todos los rasgos fundamentales,
y muchos secundarios, de nuestra revolución, los que tienen una significación
internacional, desde el punto de vista de la influencia de dicha revolución sobre todos
los países. No, en el sentido más estricto de la palabra, es decir, entendiendo por
significación internacional su importancia internacional o la inevitabilidad histórica de
la repetición en escala internacional de lo que ocurrió en nuestro país, ésta significación
debe ser reconocida en alguno de los rasgos fundamentales de nuestra revolución.
Naturalmente, sería un tremendo error exagerar esta verdad extendiéndola más allá de
algunos rasgos fundamentales de nuestra revolución. Asimismo, sería un error perder de
vista que después de la victoria de la revolución proletaria, aunque no sea más que en uno de
los países avanzados, se producirá seguramente un cambio radical en el sentido de que Rusia
será, no un país modelo, sino de nuevo un país atrasado (en el sentido «soviético» y socialista).
Pero en este momento histórico se trata precisamente de que el ejemplo ruso muestra
a
todos
los países algo, y algo muy sustancial, de su futuro próximo e inevitable. Los
obreros avanzados de todos los países hace ya tiempo que lo han comprendido y, más
que comprenderlo, lo han percibido, lo han sentido con su instinto revolucionario de
clase.
De aquí la «significación» internacional (en el sentido estricto de la palabra) del Poder
Soviético, así como de los fundamentos de la teoría y de la táctica bolchevique. Esto no lo
han comprendido los jefes «revolucionarios» de la II Internacional, como Kautsky en
Alemania, Otto Bauer y Federico Adler en Austria, que se convirtieron por esto en
reaccionarios, en defensores del peor de los oportunismos y de la social-traición. Digamos
de paso que el folleto anónimo «La Revolución Mundial» («Weltrevolution»), aparecido
en 1919 en Viena (Sozialistische Bücherei, Heft II; Ignaz Brand) muestra con una
elocuencia particular toda la contextura ideológica y todo el circulo de ideas, más
exactamente, todo el abismo de incomprensión, pedantería, vileza y traición a los intereses
de la clase obrera; además, lo hace bajo el pretexto de la «defensa» de la idea de la
«revolución mundial».
Idioma: Español
Categoría: Lengua y Literatura,
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