Resena: La invención de lo cotidiano es fruto de una investigación que la
DGRST (Délégation générale à la recherche scientifique et technique)
solicita a Michel De Certeau para analizar los problemas de la cultura
y la sociedad francesa. La investigación se sitúa entre 1974 y 1978, y
se publica en 1979 en dos tomos: La invención de lo cotidiano: 1.Artes
de hacer y 2. Habitar, cocinar. La investigación la lleva a cabo
Michel De Certeau junto con dos personas que colaboran a lo largo de
todo el proceso, Luce Giard y Pierre Mayol, y se encargan
fundamentalmente de la segunda parte.
La investigación nace de una interrogante sobre las operaciones de los
usuarios, supuestamente condenados a la pasividad y a la disciplina.
Las “maneras de hacer” cotidianas van a ser el centro de atención de
la investigación. Partiendo de la relación producción-consumo, y
entendiendo consumo como el acto de usar, apropiarse y practicar todo
objeto producido (una manzana, un programa televisivo, un plan
urbanístico o una reseña virtual) De Certeau se interesa por la
práctica del hombre común, sus ardides para gestionar opciones
cotidianas, indisociables de un resolutivo “arte del hacer”. Para
ello, tres temas atraviesan el texto ofreciendo distintas miradas: el
uso y el consumo, la creatividad cotidiana y la formalidad de las
prácticas.
En cuanto al uso y el consumo, De Certeau nos llama a reconsiderar el
papel asignado al consumidor común sin caer en la reiterada concepción
de la cultura popular con todos sus déficit y pasividades. Las
ciencias sociales, afirma De Certeau, han hecho de las
representaciones y los comportamientos de una sociedad su objeto de
estudio dejando de lado la identificación del uso que se hace de estos
objetos. En los intersticios entre la producción y el consumo habita
un espacio de realización, de fabricación, una poiética oculta y
diseminada en las maneras de hacer. El consumidor, en su recepción y
apropiación del entorno metaforiza el orden dominante y desvía las
direcciones propuestas. A una producción racionalizada, expansionista
y centralizada, ruidosa y espectacular, corresponde otra producción
astuta, silenciosa y casi invisible, que opera no con productos
propios sino con maneras de emplear los productos.
Estas maneras de emplear contienen toda una creatividad cotidiana que
apasiona a De Certeau, convencido de las maravillas que oculta el
quehacer ordinario. De Certeau entiende que se tiende a privilegiar
(citando a Foucault y a Bourdieu) el análisis de los sistemas que
ejercen el poder y sus efectos en la estructura social. Tomando
Vigilar y Castigar, de Certeau afirma: Si es cierto que por todos
lados se extiende y se precisa la cuadrícula de la “vigilancia”,
resulta tanto más urgente señalar cómo una sociedad entera no se
reduce a ella; qué procedimientos populares (también minúsculos y
cotidianos) juegan con los mecanismos de la disciplina (...) en fin,
qué maneras de hacer forman la contrapartida, del lado de los
consumidores (...) de los procedimientos mudos que organizan el orden
sociopolítico.
Mediante distintas maneras de hacer en el interior de las estructuras,
los usuarios se apropian del espacio organizado y modifican su
funcionamiento. Para el autor, de lo que se trata es de exhumar las
formas que adquiere la creatividad dispersa, táctica y artesanal de
grupos o individuos.
Idioma: Castellano
Categoría: Sociales,
Para ver más información debes estar identificado / registrado.