Resena: eseña
`...un libro tan radicalmente indescifrable como admirable. Es bello, inútil y peligrosamente ingenuo. Como los autores en singular. Habla del lenguaje, de la poesía propiamente, y propiamente de la segunda ley de la termodinámica (todo calor desaparecerá o ¿por qué se enfría la sopa?). De esas ínsulas entrópicas que desvivían tanto a Wiener como las muchachas que asistían a sus clases. Es un libro físico el del relámpago, sin pretensiones deconstructivas aunque paulatino. A medida que uno lo lee, advierte que se va degradando... La sombra del relámpago va extendiendo su impronta macedoniana, clásica, algo herética. Como un artefacto destinado a desandar. Como ese zapallo que crece y se ramifica en frutos y apellidos expuestos para desintegrarse. Es lo que dicen todos los libros de Gabriel Cebrián: La vida es muerte. Claro que con decirlo no se gana mucho. Él, a diferencia de tantos, lo demuestra. De su tronco sale para morir una obra rara, importante y originalísima. Importa poco sobre qué argumenta, es casi imposible detectar el mucho dolor y, después de todo, ¿para qué? Lo verdaderamente valioso es que cumple su objetivo: pasar desapercibida, desintegrarse de a poco, no dejar rastro ni vanidad.
Literarias, Diario `El Día`, octubre de 2000.
Modificado el 29/04/2006 por GabrielC
Idioma: Español
Categoría: Lengua y Literatura, Narrativa
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