Resena: Debió ser alrededor de las diez cuando salí del hotel. La noche era cálida y yo necesitaba un trago. No
tenía objeto ir al bar, porque el lugar era un manicomio. La Convención de Bolos se había apoderado de
él.
Al caminar por la Avenida Euclides, tuve la sensación que Cleveland estaba llena de jugadores de bolos.
Y la mayoría de ellos parecía estar buscando un trago. Toda taberna por la cual pasaba, se encontraba
llena de hombres en mangas de camisa, llevando sus chapas. No era que necesitaran identificación extra;
muchos de ellos llevaban su maleta de bolos, con una bola en ella.
Cuando Washington Irving escribió respecto a Rip van Winkle y los enanos, comprendió bien a los
jugadores de bolos. Bueno, en esta convención no había enanos..., nada más bebedores adultos. Y
cualquier sonido de trueno de los picos distantes de las montañas, habría sido totalmente ahogado por los
gritos y las risas.
No quería nada de eso, así que me aparté de Euclides y seguí vagando, buscando un lugar pacífico. Mi
bolsa de bolos comenzaba a hacerse pesada. En realidad, pensaba llevarla a la terminal y guardarla en una
gaveta, hasta que fuera hora de tomar el tren, pero antes necesitaba un trago.
Idioma: Español
Categoría: Lengua y Literatura, Narrativa
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