Visita también: COMPRAR LIBROS BIOGRAFIAS DEFINICIONES MANUALES Iniciar Sesión Registrarse
Descargar libros gratis en pdf, doc, docx, rtf,..., de:
RECOMENDAMOS...
¿TE HEMOS SIDO DE AYUDA? Añade nuestro enlace en tu sitio, blog o foro!
Libros + buscados
Más Libros Gratis
Información del Libro 'Llamas Ricardo Y Vidarte Francisco - Extravios pdf'

0
Llamas Ricardo Y Vidarte Francisco - Extravios pdf

Enviado por bibliotheka el 2012-09-17 00:00:00


Abandonar el camino trazado y adentrarse por los senderos de la perdición. Extravíos es tal vez el único término que describa con exactitud estas reflexiones nuestras que intentan por todos los medios apartarse de un pensamiento, de una forma de vida, de unas costumbres, de una moral, de una comunidad straight: rectos, derechos, sin mácula ni desviaciones. Nuestros intentos de hacer teoría queer, teoría torcida si se quiere, no podían dar a luz más que estos Extravíos.

Extraviarse puede ser una fatalidad azarosa, una mala jugada del destino, puede ser fruto de un despiste pasajero, de falta de atención. Como Hansel y Gretel canturreando y paseando distraídamente, se les echa la noche encima y allá que se pierden en medio del bosque.
No queda excluido que a veces se nos haya podido ir el santo al cielo por puro descarrío, pero sinceramente no apuntábamos a este tipo de desbarro. Extraviarse sólo comienza a resultar verdaderamente interesante cuando es fruto de una decisión previa, de un acto voluntario. Extraviarse es una estrategia tan válida como cualquier otra para escapar del tan cacareado consenso democrático y del
descorazonador desierto de la ensayística rosa nacional, oscilantes ambos entre la rabia contenida y el denso silencio. El extraviado, aunque su desnortarse sea fruto de una decisión paciente y meditada, no por ello se verá nunca libre de la angustia, de la incertidumbre, de la inseguridad que supone cada paso en falso, cada pisada fuera del luminoso sendero oficial, pero no hay otro modo de llegar a tropezarse por fin con la casita de chocolate. Sólo una banda de extraviados
(criminales) pudo llegar a América. Lo mismo es hora de volver a intentarlo desprovistos ya de colonizadores instintos asesinos.
Aunque, paradójicamente, la América queer y todas las cosas interesantes que por allí se hacen cada vez queden más lejos de estas espartanas latitudes.

Extravíos suena a provocación y quizás lo sea, mas también es un diagnóstico y un pronóstico. La sospecha de que gays y lesbianas andan últimamente como vaca sin cencerro, convencidos además de lo inútil y poco glamouroso que a todas luces resulta llevar colgada del cuello una enorme campana. A este gato no hace falta ponerle cascabel porque lo llevamos desde hace demasiado tiempo y hora es ya de sacudírnoslo.
Nadie tiene necesidad de ir escuchando nuestro cuadrúpedo y ridículo tintineo. Más vale ser vaca extraviada, la única vaca que ríe y que no termina hecha quesitos. Andamos pues en busca de nuevos pastos afrontando lo imprevisible y aceptando los riesgos que supone carecer de una identidad, siquiera de un auténtico proyecto. Gays y lesbianas no tenemos las cosas claras en muchos aspectos y precisamente por esa falta de claridad, por ese no ver la luz nos hemos apartado de la autopista hacia el cielo extraviándonos a conciencia y confiando sin demasiado afán en el machadiano volver la vista atrás y ver la senda que nunca se ha de volver a pisar.

Los únicos hitos fijos en nuestro deambular son unos cuantos oasis,
unas pocas convicciones recurrentes, algunos temas de conversación
mascados una y otra vez sobre los ondulantes lomos de los camellos que
soportan nuestra conversación beduina. Y junto a estos temas, que
también se nos irán olvidando del mismo modo que hemos dejado ya de
hablar de tantas y tantas cosas de puro empalago y tedio, tampoco
cambian los enemigos, reconocibles nada más despuntan por el
horizonte, siempre los mismos, siempre con lo mismo, siempre igual de
fachas y de torpes, siempre tan odiados y tan prescindibles.

El hastío y el fastidio nos han hecho dejar de escribir sobre algunos
asuntos que damos por zanjados, que de puro mascados hemos escupido
como tabaco de vaquero y ello nos ha permitido volcarnos sobre cosas
algo más nuevas y refrescantes. Sin embargo, no faltará quien
encuentre en estos Extravíos un eco más o menos lejano de aquellas
otras Homografías que vieron la luz tampoco hace tanto. Por el tono,
porque en el fondo ni nuestras Homografías podían ser las
Heterografías de la especie dominante, ni estos Extravíos pueden ser
trayectos, viajes, recorridos, singladuras ni periplos, sino tan sólo
vagabundeos, andanzas, errátiles deambulares, nomadismos.

Por ello, toda lectura extraviada que se haga de estas páginas será
por fuerza bienvenida y recibida con agrado. No será necesario añadir
que, por otra parte, sería imposible leernos (cor)rectamente. Los
argumentos y los extravíos se agolpan de tal modo y se desajustan lo
suficiente como para echar por tierra cualquier hipótesis de conjunto
que quisiera meternos en una batidora y vendernos como si fuésemos
sopa enlatada lista para calentar y servir a gusto de cualquier
consumidor al que, por supuesto, le gustase la sopa espesa.

La carcajada, la incoherencia, la contradicción, la desmentida, la
desmemoria, la ironía siguen siendo nuestras armas más poderosas y
eficaces —no otra cosa es precisamente lo queer—, que envuelven a
nuestros lectores más inseguros, necesitados de tranquilizadores y
marmóreos bloques de pensamiento con apariencia de seguro refugio, en
una maraña de la que quedan presos sin saber cómo. En cualquier caso,
como cantaba Whitman, siempre podremos excusarnos inteligentemente y
decir aquello de: `No me contradigo, es que habitan en mí multitudes`.

Por todas estas razones, en caso de que a alguno se le solivianten los
ánimos o de que algún otro se quede tan prendado de Extravíos que lo
confunda con una especie de verdad revelada, en todo momento estaremos
dispuestos a sostener lo contrario de cuanto hayamos podido decir
aquí, no con voluntad conciliadora ni de consenso, sino con el
decidido propósito de profundizar aún más en el desacuerdo y borrar
las huellas de nuestros pasos para no hacer camino ni compañeros de
extravío.

Acaso este libro sólo trasmita una incontrovertible enseñanza: cada
cual busca la perdición a su manera`

Ricardo LLAMAS y Paco VIDARTE, Extravíos. Madrid, Espasa Calpe, 2001


Género: Sociales,Varios
Tamaño: 460 Kb
Tiene audiolibro: NO
Presentación: Libro
Calidad: Sin OCR
Idioma original: Sin clasificar
Idioma del texto: Castellano
Clasificado: Sin clasificar


Para ver más información debes estar identificado / registrado.



Si desea comprar el libro, clique aquí para encontrar el mejor precio


Comentarios
Todavía no hay comentarios ni críticas. ¡Sé tú el primero/a!

Para escribir un comentario / crítica debes estar identificado / registrado.


Inicio | Top Búsquedas | Últimas búsquedas | Acerca de | DMCA | Aviso Legal | Contacto




eXTReMe Tracker