El Dr. Masaru Emoto hizo un profundo estudio sobre como reacciona el agua a los estíimulos más sutiles, inclusive los pensamientos e ideas.
Podemos beber el agua, higienizarnos con ella y regar nuestras plantas, evidente. El agua colma los mares, los subsuelos, las cumbres y los valles. Nuestro planeta azul es azul porque está embebido de agua aunque actualmente ese agua diste de ser pura y cristalina. La contaminación de los mares, ríos y del agua del subsuelo es un hecho, y esa agua es la que está en las verduras que tomamos y en el agua que bebemos.
No sólo lo dicen los científicos y los ecologistas, es el mismo agua que parece decírnoslo, en su lenguaje de cristales acuosos nos indica que ella es sensible y que recoge toda la información del ambiente. Un investigador japonés nos lo presenta microscópicamente con maravillosas fotografías de cristales de agua de todo tipo.
Los mensajes ocultos del agua es magnífico, gracias a sus fabulosas fotografías y maestría científica, el doctor Emoto ha creado un auténtico tesoro místico. Su contribución a la investigación de la conciencia espiritual es absolutamente soberbia.
El trabajo del doctor Emoto con el agua ilustra bellamente el poder sanador del amor y la gratitud. Estos ingredientes del aprecio fomentan el bienestar del cuerpo, la mente, el corazón y el alma. Esta obra es una valiosísima contribución al desarrollo de un futuro positivo para nuestro mundo.
Gracias a las reveladoras investigaciones del doctor Masaru Emoto sabemos que el agua está viva y responde con lenguaje propio a nuestras emociones. El científico japonés descubrió en exhaustivas pruebas de laboratorio que el agua tomada en arroyos de montaña forma bellas estructuras cristalinas, en contraste con los cristales deformados que ofrecen las muestras de agua estancada.
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