Esta magnífica biografía nos presenta a una mujer que atravesó un siglo solitaria, altiva, a veces distante, a menudo benevolente y que supo alcanzar una especie de serenidad sin dejarse vencer nunca por la indiferencia, ávida de resguardar hasta el final su camino, los tenues placeres de la vida cotidiana, las vigilancias intelectuales, los deslumbramientos amorosos.
Además de una señora académica, de avanzada edad, envuelta en sus ropajes oscuros o inclinada sobre su mesa de trabajo, Marguerite Yourcenar fue también una mujer frágil de ojos ardientes, enamorada de su editor, André Fraigneau, y que se dejó seducir por una joven americana, Grace Frick, con la que compartió cuarenta años de su vida.
Josyane Savigneau, periodista de Le Monde, lejos de dejarse llevar por lo superficial o lo escandaloso, saca a la luz dulces secretos con pudor.
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