Si la filosofía verdadera no está al alcance de cualquier individuo, entonces todas las obras de los filósofos son inútiles. La filosofía no sirve de nada, vanidad de vanidades, si no puede acceder a ella el espíritu de cada ser humano, si ella no puede ser descubierta ni encarnarse en la vida de cada uno, si es incapaz de hacerle surgir libre, verdaderamente él mismo, de eso que suele llamarse «la vida».
No es verdad que la filosofía sea un saber recóndito. Tampoco es verdad que sea una especulación separada de la existencia: es la conciencia que se despierta en el corazón del hombre y de su existencia. De todo hombre que lo intente, y con tal que los filósofos acepten finalmente enseñársela.
No es verdad que la filosofía sea «difícil» y «complicada». Es cierto que hay que meterse en ella, dedicarse a ella. No es banal, ni insignificante, ni vulgar. Pero no es otra cosa que la atención del espíritu, de cualquier espíritu humano que quiera ver realmente lo que él es y lo que vive, a fin de comprenderlo en su profundidad y su autenticidad. Evidentemente, no basta con una mirada, por muy intuitiva que sea, se necesita una mirada intermitente, una atención constante y abierta a las razones que permitan ver claro y juzgar.
Género: Religión,Cristianismo
Tamaño: 7.781 Kb
Tiene audiolibro: NO
Presentación: Libro
Calidad: Sin OCR
Idioma original: Sin clasificar
Idioma del texto: Castellano
Clasificado: Sin clasificar
Para ver más información debes estar identificado / registrado.