El viejo Ira Stigman, ante sus achaques y desde la sabiduría que le dan los años, emprende la mejor de las terapias: la rememoración de su intenso amor de juventud con la sofisticada Edith Welles en el Manhattan de los años veinte.
A Ira, procedente de un austero barrio judío, no le costará dejarse arrastrar por ella al libertinaje lúdico de la bohemia neoyorquina. Ni siquiera el hecho de que ella mantenga relaciones con otro de sus alumnos, Larry, quien además es el mejor amigo del protagonista, hará que él deje de intentar pertenecer a ese mundo fascinante e hipnótico.
Como en las dos novelas anteriores, Roth vuelve a poner sobre la mesa, con mucha valentía, los conflictos morales que rigen la vida. Una fuente de inspiración para cualquier lector.
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