Lauren Abbot habría muerto si no fuera por el apuesto policía Nick Strada. Aunque todo el mundo afirmaba que Nick había muerto en el choque, Lauren sabía mejor que nadie lo que había pasado con él. Ese terco y sexy hombre había falseado su muerte. Y ella nunca había sido tan feliz en su vida.
Nick fingía estar muerto para atrapar a un asesino. Y necesitaba la ayuda de Lauren. Su apartamento se convirtió en su escondite, y ella en su nueva compañera… Pero Nick no se había dado cuenta de que trabajar y vivir con esa bella e independiente mujer, le plantearía una situación más confusa que su supuesta muerte.


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