El autor describe a estos tiernos y dulces seres como sus enemigos personales de quienes, según él, siente temor, antipatía y desconfianza, y los describe así:
«Los niños, como la vesícula biliar, son adorables cuando son de uno. No se puede negar que alegran el hogar, dan compañía y si uno se descuida pueden incluso convertirse en el futuro de la patria. [...]
Una cosa, pues, son los hijos y otra, los niños. Están muy bien los hijos. Pero convengamos en que los niños –que son los hijos de los demás– resultan odiosos.
Género: Narrativa,Satírica-Humor
Tamaño: 40 Kb
Tiene audiolibro: NO
Presentación: Libro
Calidad: Con OCR sin corregir
Idioma original: Sin clasificar
Idioma del texto: Castellano
Clasificado: Sin clasificar
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