Sólo un pie descalzo nos sumerge en el mundo e infancia de Gabriela. Un mundo que no comprende bien, repleto de injusticias, debido a que se siente menospreciada por su timidez y por ser la pequeña de la casa, a la que nadie suele prestar mucha atención. Gabriela se sumerge en su mundo imaginario, un mundo en el que nadie la ignora y en el que se siente segura.

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