Tan cerca de Dios y de los Estados Unidos
Estos eran movimientos populares, a juzgar por la gran cantidad de conversos. Algunos de sus líderes hablaban de organizar una reforma. Sin embargo, los evangélicos fueron recibidos con metáforas de infiltración y de conquista.{*} Gran parte del dinero, planificación [28] y organización detrás de su crecimiento venía del gigante del norte: incluso los grupos de otras partes del mundo, como la Iglesia de la Unificación, los Hare Krishna y Bahai, generalmente llegaban a través de los Estados Unidos.{24} Inevitablemente, surgía la pregunta de si los misioneros norteamericanos estaban sirviendo a su país o a Cristo.
En 1975, las investigaciones realizadas por el congreso norteamericano confirmaron el uso de misioneros por parte de la Agencia Central de Inteligencia. Durante los primeros días de Cruzadas de Ultramar, cuando trabajaba principalmente en el Lejano Oriente, un portavoz reconoció que virtualmente todo su personal había sido interrogado por la CIA al regresar a su país.{25} En América Latina, los misioneros católicos y protestantes también sirvieron como fuente de información, algunos a sabiendas y otros no. En Chile, el jesuita belga Roger Vekemans se convirtió en el conducto de millones de dólares de la CIA, la cual también subsidió las transmisiones de una radio católica a los campesinos de Colombia. Para 1975, algunas misiones evangélicas tenían ya disposiciones contrarias a la cooperación con las agencias de inteligencia. No obstante, como la revista evangélica Christianity Today reportó, el refrenar a los misioneros que sentían el deber de servir a su país era una tarea muy difícil.{26}
Un grupo religioso que claramente tenía una política conspiratoria era la Iglesia de Unificación del Reverendo Sun Myung Moon. Los discípulos de Moon ganaron cierto número de neófitos en América Latina, pero su vehículo principal era un grupo de interés político llamado la Confederación de Asociaciones para la Unificación de las Sociedades Americanas (CAUSA). Su causa era combatir al comunismo en América, para cuyo fin el grupo se encargó de mejorar la imagen extranjera de las dictaduras militares y de proporcionar apoyo logístico [29] a los contras nicaragüenses. El director de CAUSA, David Woellner, era un general retirado de la fuerza aérea norteamericana
Género: Religión,Cristianismo,Protestantes
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Tiene audiolibro: NO
Presentación: Libro
Calidad: Sin OCR
Idioma original: Sin clasificar
Idioma del texto: Castellano
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