-Lo olvidé, Amanda -los ojos oscuros de Jarod brillaban burlones-, tú estás envuelta en esa románticas nociones acerca de maridos y esposas felices por siempre jamás.
Pero Amanda conservaba un miedo secreto -que algún día esta felicidad indefectiblemente terminaría-, al que mantenía firmemente en el fondo de su mente. Estaba resuelta a que los días, semanas o meses pasados con Jarod fueran celestiales. Porque sabía que vivir sin él sería una agonía.
Para ver más información debes estar identificado / registrado.