En el año 3744 de Adán, el día 8 de Tebet (corresponde al actual 8 de Septiembre), nacía una niña robusta y hermosa, de color trigueño y cabello castaño, con cara y ojos que resumían toda la belleza entonces no igualada, ni aun hoy, de las mujeres árabes, siendo aquella niña un adorno más al ya muy bello Valle de Jericó y su histórica ciudad de la tribu de Benjamín.
Corrió su infancia como la de todas las niñas y la de todos los hijos del Creador. Nada anormal podían notar sus amiguitas y parientes, salvo su precoz inteligencia y su hermosura, unida a un carácter varonil acompañado de una ternura que hacían un gran contraste. Crecía María desarrollándose en las formas de la mujer fecunda y los jóvenes de la ciudad le cantaban en todo momento amores y ya en sus 15 abriles no se le llamaba por su nombre, sino que todos la conocían por `La Rosa de Jericó` y se empezaban así a cumplir las profecías.
Desde los años del uso de la razón, además de servir de aya a su hermano Jaime, ayudaba a sus padres en el manejo de la casa y sus ganados y era enseñada por sus padres y sus tíos Simeón y Zacarías en los secretos de las Escrituras y en el desarrollo de sus facultades medianímicas y es así cómo Simeón supo algún tiempo antes que sería casada con el viudo José, el carpintero de Nazaret, y Zacarías el nacimiento de Juan para precursor del Mesías Jesús.
María no era mística ni penitente, ni pasaba el tiempo en canturreos ni meditaciones: su espíritu sabía otras cosas del verdadero Dios y estaba en todo momento en presencia del Padre Común, sin dejar sus deberes de hija y de trabajos.
Género: Mística y Esoterismo,Varios
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Tiene audiolibro: NO
Presentación: Libro
Calidad: Sin OCR
Idioma original: Sin clasificar
Idioma del texto: Castellano
Clasificado: Sin clasificar
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