¡Quedaban dos semanas para la boda!
La boda de su mejor amiga era el momento más feliz de la vida de Emma... o lo habría sido si Gray Shaw no hubiera estado sentado a su lado diciéndole que ella también se casaría... ¡con él! al cabo de sólo dos semanas.
La única manera de convencer a Gray de que aquella boda relámpago no iba a tener lugar era plantearle un desafío imposible. Pero Gray era muy inteligente y testarudo. ¿Qué pasaría si lo conseguía?
Para ver más información debes estar identificado / registrado.