Los europeos viven en naciones que se constituyeron en los tiempos medievales, hablan idiomas que nacieron en aquella época y tienen instituciones políticas cuya génesis remonta asimismo al Medievo.
Como herederos de la Edad Media muchas de esas señas de identidad se gestaron precisamente en dicha época. La otra cara de la moneda pone de manifiesto la enorme
distancia que separa la actualidad del mundo del medieval. La secularización de la vida, la progresiva domesticación de la naturaleza o el primado de la razón, rasgos todos ellos
característicos del mundo contemporáneo. Esto parecen situar al ciudadano europeo en las antípodas.
Para ver más información debes estar identificado / registrado.